martes, 15 de febrero de 2011

El desempleo y la literatura

La crisis laboral -de alguna forma que todavía resulta indescifrable- ha impactado positivamente en las letras nacionales. Ante la imposibilidad de mantenerse por más tiempo en sus empleos, un nutrido grupo de ociosos ha decidido emigrar hacia la narrativa, la dramaturgia e, incluso, la poesía. Luego de las destituciones masivas, se nos han revelado nuevos e insospechados artistas. Forzados por la suspensión y la inactividad -aquí y allá- han brotado nuevos talentos. 


Así las cosas, un ingeniero mecánico -con una zafia instrucción intelectual- puede convertirse, si así lo desea, en novelista o historiador. De igual forma, un vendedor de baratijas tiene plena libertad si, de la noche a la mañana, decide transformarse en un reputado cronista. Brindemos por la literatura que hoy nos permite usar sus herramientas para que cualquier desempleado encuentre a sus seguidores.

1 comentario:

  1. El problema sería que estando desempleado se forjen nuevas ilusiones esperando el éxito literario y que este no llegue.

    Juan Carlos

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